domingo, 29 de noviembre de 2009

DE POLACOS


Un polaco entra en una tienda y pregunta:
-Quisiera comparar un kilo de Kielbasa.
El que atiende la tienda le mira y le dice:
-¿Oiga, usted es Polaco, verdad?
El polaco responde asombrado:
-¿Pero qué pasa? ¿Es que acaso si pidiese pasta tendría que ser italiano?
-No. Claro que no –contestó el otro–.
El polaco siguió:
-¿Es que acaso si pidiese sopa de matzoh tendría que ser judío?
-Desde luego que no –afirmó el otro–.
Y acaso tengo que ser francés para pedir un cruasán.
-En absoluto señor –dijo el otro–.
El polaco continuó:
-Bueno, pues entonces ¿por qué me pregunta si soy polaco?
Y el otro contestó:
- Es que esto es una ferretería.

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