domingo, 29 de noviembre de 2009

EL DISIMULO DE JUANA


Juana, la mujer de Agustín, un próspero empresario, era una mujer ordinaria y falta de educación. Por eso, aquella noche en que Agustín tenía una importantísima cena de negocios y en la que era imprescindible la presencia de su esposa, le recomendó:
-Mira mujer, tú, callada como en misa. Si te preguntan algo responde con un Si o un No y, sobre todo, si pasa algo raro disimula, disimula. ¿Entiendes? ¡Disimula!
Ya en la cena, Juana, muy callada, seguía las indicaciones de su esposo. Pero cuando por fin llegaron los postres Juana comienza a rascarse desesperadamente la cabeza; y Agustín, nervioso, le dice al oído:
-¿Qué te pasa Juana? ¿No te dije que disimularas?
Ella contestó:
-¿Y qué crees que estoy haciendo? ¡Si lo que me pica es el trasero!

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